A mediados de la década del '80, Michael Jordan iniciaba una meteórica y sensacional carrera. A los 20 años ya estaba seleccionado para un conjunto nacional de basket. En los Juegos Olímpicos de Los Angeles ganaba su primera medalla de oro. Al año siguiente formaba parte del "Equipo de las Estrellas" y era elegido como el "Novato del Año" de la NBA. "Campeón de Volcadas" en 1987 y en 1988, "Goleador del Año" en 1987 con un promedio fantástico: 37.1 puntos de promedio por partido. Integrante del "Mejor Equipo Defensivo" y acreedor al título MVP, el "Jugador más Valioso" de la NBA.
Todas estas eran razones por demás significativas como para que el genial atleta nacido en febrero de 1963 en Brooklyn se constituyera en el ídolo de miles y miles de chicos.
Entre tantos chicos de todo el mundo, había un nene con una convicción que llamaba la atención de sus mayores: "-Cuando sea grande yo voy a ser basquetbolista", decía con seriedad. Y de muy pequeño empezaba a actuar en consecuencia: a los siete años comenzaba una carrera signada por la dedicación y el esfuerzo permanente.
Y fue así, que su sueño se fue haciendo realidad: juega en el Club Andino, sigue en Estudiantes de Bahia, pasa por dos años al Viola Reggio de Calabria, sigue otros dos años en el Virtus Kinder Bologna, gana el campeonato local y juega en las finales de la Euroliga 2001, donde es elegido MVP (Most Valuable Player). Además, gana la Copa Nacional de Italia de 2000-01 y 2001-02. Ocupa el segundo lugar en la Copa del Mundo con la Selección Argentina y es nombrado como uno de los cinco mejores jugadores de ese campeonato.En julio del 2002 firma su primer contrato por dos temporadas con los San Antonio Spurs, con los que gana el título de la NBA de 2002/03. Al año siguiente, obtiene con la Selección Argentina la Medalla de Oro en los Juegos Olímpicos y le otorgan justamente el Olimpia de Oro.
Anoche, Emanuel David Ginobili fue factor fundamental para este nuevo anillo logrado por San Antonio Spurs al ganar la final de la NBA, con la jerarquía de un Super Campeón.
Este es el tributo de SPYRR a lo que simboliza Manu: esfuerzo, convicción, dedicación, garra, determinación, coraje, decisión.
Además, y como cereza del postre, Manu es de los nuestros: un reconocido y asumido fanático de Internet.
5 comentarios:
El Manu es lo más.
Y su participacion fue fundamental en los momentos decisivos.
Todo un ejemplo, en un país donde los ejemplos de vida faltan.
Otro tanto por la recuperacion de Maradona.
Nada se consigue sin esfuerzo, dedicación y sacrificio, salvo que trabajes de sindicalista o político.
Y, no sé si tiene mucho que ver, pero por si fuera poco, sé por una amiga de internet que vive en Bahía Blanca que es un ser humano sencillo,un pibe fantástico. chaussss
Amigos,
Todo bien, pero no olvidemos que nuestro país siempre fué individualista y exitista. Si mantenemos eso en mente y pensamos no en idolatrarlo al Manu, sino en hacer un fenómeno como el de Guillermo Vilas, que fué quien hizo casi "renacer" el tenis en nuestro pais.
Grande el Manu, un ídolo.
El Mago
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Excelente Nota, me pareció buenisima, les recomiendo la web http://www.gaterio.com
Saludos y muchos exitos!!
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